Caos I


En la casa de oscuras
mutaciones y muñecas suntuosas,
viven secretas, bien
pensadas historias que se reflejan
en altos ventanales y engañosos
cuadros.
Allí vivió la mujer en términos de
oprobio.

A través del aire miraba pasar
las palabras y los tiempos
del amor desnudo, las culpas
de los días que nunca regresaron
a la tiniebla presentida.

(Los años crearon en su soledad
las ironías del exilio,
el saber de la salvaje flor y el
llamado de la acenestesia
final).

Se fue dejando desvanecer, con sus
ojos fijos en las crujientes telarañas,
mientrsa el frío de las estaciones
iba tejiendo su nombre
sobre bastidores de musgo y ruinas.