al mediodía, las ásperas magnolias...

Marosa di Giorgio

Más allá de los claveles y los nidos
te descubro Marosa escribiendo un
poema nacido en los topacios y en la
edad tramada por la simple historia.
Percibo los bosques de hule, la hermana,
la novia de los huertos, las falenas
de alas tenues, el prodigio de estar
viviendo un sueño de frutasl diluviales.

Luna de los magos


La diminuta luna de
los magos antiguos
mira largamente en
la noche
la calle ahora
abandonada
entre el otoño
suelto.
Desde las torres
decoradas con violetas
y lentas profecías
surgen las palabras ambiguas
la ternura ejercitada
la transparente guitarra
de los aires.
Todo es entonces
un fabular de la piedra
y el sueño
mientras la
diminuta luna de
los magos antiguos
aparece
y desaparece
viajera de
las nubes.

La palabra en la altanoche

Diana Correa

Es vocación de la palabra esconderse en un paraje
al que no llegan las intenciones los enigmas
donde el jazmin nuevo se esparce por las lluvias
del agosto azul-verde del espacio azulalsur.
Trataré de adivinar Diana en los tensos laberintos
de la blasfemia cómo caminar por los filos de la
luz cómo ser una aventurera transparente dueña
de las alitas que atraviesan mis propias alegorías.

La escritura o el sueño


El espíritu de la tierra tiene sonidos penetrantes
estados de conciencia rimados acaso por el viento
en su marcha sin cansancios. Las imágenes sin tiempos
ni memorias corren secretamente mezclando las
sustancias. En un lugar inédito nace la escritura
la escritura o el sueño que es la misma cosa.

En ese lugar transformado


En la atmósfera vasta el viento aparta desde
el follaje los rumores. Voces totales maduras muerden
con fuerza sobrecogedora la llanura descubierta.
Rasga la luz y la oscuridad, alumbra la madrugada
los cedros dando color al incendio en ese lugar
transformado.

Aunque no se comprenda


En la época aceptada vivimos
en los cercanos remotos días
la soledad desnuda certudumbre nos trae
su leyenda de insólitas penumbras.
En su ronda de epitafios y dioses retorna
cotidiana para alcanzarnos su ciclo de
innominada desvergüenza. El ser se destruye
ante ese acoso que formula un idioma de
afrentas ¿cuáles son sus leyes?¿cuál es
su desarrollo para entregar el alimento de
los sueños?¿es esa atmósfera nueva un
lugar de grandes culpas? ¿o helechos
invadiendo habitaciones? ¿un arcón de
cenizas o las llamas de un estuche? Todo es
un espacioso espítitu exhausto de sombras
que nos entrega su homenaje nuestra propia
eternidad aunque no se comprenda.

Plenitud de las espigas


De pronto comenzó amar todos los senderos los
tramos abiertos de las inquietudes las milagrerías y el
aroma desconocido del espacio. Buscó en todas partes
el amor a la vida la retórica de las inútiles lágrimas en
el amanecer de todas las cosas.
Nada escondió en el reloj invisible de los tantos
inviernos legitimados y reclamó -vano intento-
alcanzar el umbral de un mismo universo.
Se apoyó en las espigas arrojó los escombros con
su mano despoesída cambió los miedos alteró las
entrañas de la tierra con sus propias herramientas
y sembró sin detenerse la sustancia de los mundos.